Con motivo del 1 de mayo compartimos con todos los y las trabajadoras la carta que Ramón Amaya Amador escribió el 29 de mayo de 1954 desde Guatemala saludando a los trabajadores y trabajadoras que paralizaron Honduras desde los campos bananeros hasta las principales fábricas del país.
Compañeros trabajadores:
Me invade un júbilo patriótico y de clase sin precedentes y quiero transmitirlo a vosotros en este saludo fraterno, porque estáis escribiendo uno de los sucesos históricos más trascendentales de la historia contemporánea centroamericana. Vuestro justo y brillante Movimiento de Huelga, por mejores salarios y condiciones de trabajo, es ejemplar y maravilloso. ¡Surgís de la noche bananera con el estruendo de un rayo y llegáis a la mesa del festín imperialista a golpear en la cara de los amos vuestra viril protesta! ¡Temen los yanquis y tiemblan los verdugos! ¡Miles de puños en alto forman un solo puño proletario! ¡Es vuestro poder: el poder invencible de las masas! ¡Habéis sorprendido gozosamente a toda América con vuestro arrojo y valentía, con vuestra alta conciencia revolucionaria y vuestra disciplina clasista! Con esa gigantesca huelga se inicia en nuestra Patria humillada por el imperialismo, la etapa esperada de las reivindicaciones populares, que han de culminar en el futuro, con la conquista de la liberación económica, la justicia social y la democracia sin mixtificaciones.
¡Os felicito, compañeros trabajadores! ¡A todos vosotros de las fincas bananeras, de las minas, de las fábricas, de los talleres, de los muelles, de los ferrocarriles, a todos los que estáis participando en el formidable movimiento! ¡Y felicito a todos los hondureños que os apoyan con la solidaridad de clase y la solidaridad patriótica! ¡Ved, compañeros, como vuestra firme determinación, vuestra unidad de acción, está doblegando a la ayer omnipotente empresa monopolista, hambreadora de nuestro pueblo! ¡Ved, compañeros, como la poderosa United Fruit y subsidiarias, ante el empuje incontenible de vuestra huelga de mayo, se doblega con temor de bandido! ¡Eso quiere decir que los trabajadores, para poder hacer oír nuestra palabra y demandas, solamente contamos con un arma, pero que es más formidable que las armas termonucleares: la organización! ¡La organización y la unidad!
¡Me siento orgulloso de ser un trabajador hondureño! ¡Ese orgullo me lo dais vosotros, compañeros, que, en las peores condiciones nacionales bajo un gobierno intolerante y enemigo de la clase obrera, frente a los fusiles de los esbirros, os habéis incorporado con heroísmo, levantando vuestros puños para hacer justos reclamos a la compañía extorsionista y voraz! ¡Yo os felicito con el corazón abierto y pletórico de gozo revolucionario! ¡Yo os reafirmo mi fe consciente en el poderío invencible de la clase obrera y de sus aliados los campesinos! ¡Sois vosotros la vanguardia de nuestro pueblo! ¡Sois vosotros también, la esperanza de la liberación, la columna vertebral del movimiento democrático hondureño, que a través de la Revolución, sentará las bases de una sociedad nueva, justa y feliz!
¡El nombre del proletariado hondureño está cubierto de gloria! ¡Sois héroes, compañeros huelguistas de la Costa Norte de Honduras! ¡Vuestro arrojo es admirado y cuenta con el apoyo de todos los trabajadores del mundo!
La Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL) y la gran Federación Sindical Mundial, os dan su voz de aliento y su aplauso que es el de millones y millones de trabajadores del mundo. ¡Con esta gloriosa huelga de mayo, habéis entrado a la historia del movimiento revolucionario anti-imperialista mundial!
Creedme que deseo abrazaros uno por uno con este sentimiento de orgullo y optimismo que me habéis dado para deciros de compañero a compañero: ¡ADELANTE! ¡ADELANTE! ¡UNIDOS HASTA LA VICTORIA!
Ahora que habéis comprendido mejor que la unidad es imprescindible para las clases trabajadoras, id inmediatamente, hacia la organización sindical; ya sea que la permita el gobierno o no. Los derechos no se piden: se conquistan. ¡Vosotros estáis en este momento conquistando esos derechos humanos! ¡Organizaos compañeros!
¡No perdáis un solo momento! ¡Que de esta formidable Huelga de Mayo, comience el sindicalismo ganado con vuestro esfuerzo! ¡Ese es vuestro camino! ¡Ese es el camino de nuestras reivindicaciones proletarias! ¡No deis tregua al enemigo!
No dejéis ir de vuestras manos poderosas esta victoria conquistada con arrojo, inteligencia y patriotismo.
¡Yo espero, lo esperamos todos los hondureños honrados, que cuando dejéis la Huelga, sea con la victoria en vuestras manos de constructores! ¡Os está costando sacrificios, a vosotros y a vuestras familias! ¡Para mantener esa victoria que obtengáis, debéis ir a la unidad orgánica y mantener firme la unidad de acción con los campesinos, con los artesanos, con los intelectuales progresistas, con los estudiantes, con los maestros, con las mujeres, con todo el pueblo demócrata que en esta hora, está con vosotros en la jornada histórica, sin vacilaciones ni componendas! ¡Y también, no olvidéis a los traidores, a los entreguistas, a los que la han querido hacer fracasar con maniobras o amenazas, a la canalla antiobrera y antidemocrática. ¡No lo olvidéis para que en el futuro no se os infiltren en las filas para obstruir el paso en el largo y trabajoso camino que tenéis que recorrer! ¡En ese camino, yo espero a compañeros, camaradas, honrosa e inclaudicablemente!
Salud a todos y que la Huelga reivindicadora sea coronada con la victoria merecida.
¡Abajo la United Fruit Company! ¡Abajo los entreguistas y traidores al pueblo! ¡Viva el Proletariado Hondureño! ¡Viva la gloriosa Huelga de Mayo! ¡Viva la Solidaridad del Proletariado Mundial! ¡Viva nuestra Honduras Combatiente!
RAMÓN AMAYA AMADOR
(Tomado de El Chilío, II Época, San Pedro Sula, D.D., 29 de mayo de 1954, sp. p. 4-9).
(Fotografias tomadas de internet publicadas por la revista LIFE)